Es
curioso que en nuestro país cada institución educativa va para un lado
diferente...
Todos
promulgan un modelo educativo pertinente, coherente y eficiente para la
población que atienden: los colegios de clase promulgan por modelos
alternativos y muy europeos, que dicen ser la mejor opción para una población
hambrienta de lo exótico y lo extranjero, mostrando al final de la educación
media buenos resultados en las pruebas de estado, que son ostentados por
aquellos estudiantes que fueron especialmente preparados para ello...se
necesita mostrar calidad...
En
cambio los demás colegios se contentan con decir (sólo decir porque no se
demuestra en muchos casos) que su modelo es el del Aprendizaje Significativo, o
Constructivista, o Tradicional...pero en la práctica, cada maestro va para un
lado diferente (téngase en cuenta que muchos maestros ni siquiera conocemos el
PEI de la institución donde laboramos).
No
se pueden desconocer los esfuerzos que al respecto hacen algunos investigadores
colombianos como Giovanni Iafrancesco o la Fundación Alberto Merani y otros que
han tratado de mostrar modelos acordes con las necesidades, intereses y
expectativas nacionales, pero nada ha sido conclusivo y se ha quedado como
esfuerzos aislados. Nada ha demostrado ser el verdadero modelo que necesitamos.
Me
gustaría que la discusión se iniciara en torno al modelo educativo que nuestro
país quiere y necesita, para formar ciudadanos verdaderamente competentes,
comprometidos y con sentido de pertenencia con su territorio. Que repensemos y
creemos unos estándares e indicadores de idoneidad que nos permitan tener claro
de dónde venimos y para dónde vamos, qué estudiantes tenemos y qué estudiantes
y ciudadanos queremos entregarle a la patria. Que replanteemos el ideal de
calidad, de modo que vaya de la mano con los ideales de cobertura. Que
estructuremos un sistema de evaluación justo, integral, coherente y pertinente,
pero exigente, de manera que la mediocridad no se siga patrocinando en la
escuela con directrices gubernamentales que siguen atropellando la calidad con
sus decretos que pretenden disminuir repitencia y deserción.
Es
mi deseo que en nuestro país dejemos de seguir rellenando el currículo con más
y más nuevas "tareas": competencias ciudadanas, competencias
laborales, TIC's, competencias comunicativas...y que tratemos de unir todos
estos interesantes buenos deseos en un solo plan: El Proyecto Educativo
Colombiano, basado en un modelo pedagógico colombiano, hecho por colombianos,
con los colombianos y para los colombianos. Esta debería ser la verdadera raíz,
base y fundamente de nuestro de Educación.
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