sábado, octubre 25, 2014

Coherencia, Pertinencia y Calidad: Necesidades de Nuestro Modelo Educativo Colombiano


Es curioso que en nuestro país cada institución educativa va para un lado diferente...
Todos promulgan un modelo educativo pertinente, coherente y eficiente para la población que atienden: los colegios de clase promulgan modelos alternativos y muy europeos, que dicen ser la mejor opción para una población hambrienta de lo exótico y lo extranjero, mostrando al final de la educación media buenos resultados en las pruebas de estado, que son ostentados por aquellos estudiantes que fueron especialmente preparados para ello...se necesita mostrar calidad...

En cambio los demás colegios se contentan con decir (sólo decir porque no se demuestra en muchos casos) que su modelo es el del Aprendizaje Significativo, o Constructivista, o Tradicional...pero en la práctica, cada maestro va para un lado diferente (téngase en cuenta que muchos maestros ni siquiera conocemos el PEI de la institución donde laboramos).

No se pueden desconocer los esfuerzos que al respecto hacen algunos investigadores colombianos como Giovanni Iafrancesco o la Fundación Alberto Merani y otros que han tratado de mostrar modelos acordes con las necesidades, intereses y expectativas nacionales, pero nada ha sido conclusivo y se ha quedado como esfuerzos aislados. Nada ha demostrado ser el verdadero modelo que necesitamos.

Es interesante ver el éxito que ostentan modelos educativos como el finlandés, el chino, o el de Corea, pero es responsable y aterrizado considerar nuestro contexto colombiano y las necesidades particulares del mismo. Sería aventurado copiar un modelo educativo extranjero basados en su éxito local. Su pertinencia y coherencia podrían estar totalmente desfasadas con relación a la realidad de nuestro país.

Colombia necesita investigación que permita configurar nuestra realidad actual, para alinearla con nuestros planes futuros (Plan Decenal, etc.) y con los compromisos que nuestro gobierno quiera asumir en materia de educación. Esta investigación debe ser el punto de partida de toda acción que se emprenda para mejorar la calidad educativa. Mirar hacia afuera de nuestras fronteras para copiar es irresponsable, para admirar y autoevaluarnos, sería apenas natural.

Me gustaría que la discusión se iniciara en torno al modelo educativo que nuestro país quiere y necesita, para formar ciudadanos verdaderamente competentes, comprometidos y con sentido de pertenencia con su territorio. Que repensemos y creemos unos estándares e indicadores de idoneidad que nos permitan tener claro de dónde venimos y para dónde vamos, qué estudiantes tenemos y qué estudiantes y ciudadanos queremos entregarle a la patria. Que replanteemos el ideal de calidad, de modo que vaya de la mano con los ideales de cobertura. Que estructuremos un sistema de evaluación justo, integral, coherente y pertinente, pero exigente, de manera que la mediocridad no se siga patrocinando en la escuela con directrices gubernamentales que siguen atropellando la calidad con sus decretos que pretenden disminuir repitencia y deserción.

Es mi deseo que en nuestro país dejemos de seguir rellenando el currículo con más y más nuevas "tareas": competencias ciudadanas, competencias laborales, TIC's, competencias comunicativas, etc. y unamos todas estas buenas intenciones en un solo plan: El Proyecto Educativo Colombiano del siglo XXI, basado en un modelo pedagógico colombiano, hecho por colombianos, con los colombianos y para los colombianos, que responda a las exigencias del mundo globalizado. Esta debería ser la verdadera raíz, base y fundamento de nuestro modelo Educativo.